Lo que es tendencia en grandes ciudades, España pondrá el cerrojo en sus calles. Y es que a
partir de enero de 2015 y sólo se permitirá la circulación
intramuros a quienes acrediten su residencia en la zona o discapacidad, a
quienes usen aparcamientos públicos, a los repartidores (en días laborables de
10 a 13 horas) y a los motoristas (en días laborables de 7 a 22 horas).
Este nuevo proyecto no es una novedad, sino una ampliación
del Área de Prioridad Residencial (APR) existente hasta la
fecha en Madrid. A partir de enero se sumarán los barrios de Sol y Palacio a
los de Cortes y Embajadores en la conformación de una APR de 352
hectáreas en la capital. Y el objetivo es que para 2020 sea APR todo
lo que quede dentro del radio de la M-30 (5.000 hectáreas). Si
este proyecto funciona, preparémonos para verlo copiado en ciudades como
Barcelona, Bilbao, Sevilla.
Área de Prioridad Residencial (APR) MADRID |
Para el caso madrileño, las murallas del siglo XXI correrán
desde la zona de la Estación de Príncipe Pío, subiendo por la Cuesta de San
Vicente para llegar hasta la Gran Vía, Alcalá, Paseo del Prado, Ronda de
Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Ronda de Segovia, calle de Segovia
y Paseo de la Virgen del Puerto. Vamos, el Madrid de los Austrias y compañía.
Pero lo más interesante vendrá entre 2015 y 2020,
cuando el objetivo sea cerrar esas 5.000 hectáreas que quedan por dentro del
perímetro que delimita la M-30.
Esta medida se apoyará en un sistema de control formado por
22 cámaras de seguridad con reconocimiento de matrícula y en un sistema de
convicción basado en sanciones leves (90 euros) para los infractores.
Solo habrá que esperar como se desarrolla todo este proyecto,
y ver si la ciudad de Madrid esta a la vanguardia y sabrá adaptarse al futuro
que se le avecina.
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